NATÀLIA

14.05.2014 19:15

Mucho se habla de lo significa ser padre y madre, y de los cambios que afectan a tu vida. El poder de adaptación es casi instantáneo, pero si a esto se le añade que, de repente, no consigues calmar a tu bebé y te das cuenta que algo no funciona... Tu peke es alégico! 

Natàlia Cebrián, madre, psicóloga y Gironina nos cuenta su andadura por un nuevo mundo donde no sólo basta con ser mamá, que ya es mucho, si no que se ha tenido que convertir en investigadora, comercial, pastelera, boxeadora y, sobretodo, una heroína para Gael.

1.       ¿Cuándo y cómo os dais cuenta que Gael es alérgico a la proteína de la leche y al huevo?

En la introducción de la alimentación complementaria. Optamos por la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y después fuimos introduciendo poco a poco otros alimentos. Alrededor de los 7-8 meses le dábamos al peque yogures y quesos tiernos que rechazaba o si se lo comía le salían alrededor de la boca unas ronchas rojas y se mostraba inquieto. También tenía diarrea a menudo. Con la introducción del huevo entero nos pasó lo mismo, rechazaba las tortillas francesas y si simplemente le rozaban la boca al ofrecérselas le salían las mismas ronchas.

Posteriormente confirmamos sus alergias alimentarias mediante un análisis de sangre, al año y medio.

Más adelante, a los dos años añadimos a la lista los frutos secos y los síntomas fueron parecidos pero tan sólo por contacto con nueces.

2.       ¿Qué supuso para vosotros la noticia?

Un mazazo pese a imaginárnoslo por los síntomas que presentaba y pese a conocer el mundo de las alergias por ser yo misma alérgica ambiental y alimentaria. Al saberlo nos preocupó su bienestar físico y el miedo a un shock anafiláctico pero también su bienestar emocional y las limitaciones sociales que le supondrían sus alergias.

La alergia al huevo y a las proteínas de la leche de vaca suelen desaparecer con la edad, aunque no en todos los casos, y su único tratamiento es la estricta evitación del alérgeno, sus derivados y sus trazas. Así que con tres alergias hay muchísimas cosas que no puede comer, y en un inicio desespera bastante también pero luego descubres marcas aptas y hacemos muchas cosas caseras.

3.       ¿Para Gael?

Gael ha vivido siempre esta situación y su restricción alimentaria así que para él el cambio en la alimentación no pensamos que le afectara mucho de por sí, pero sí que desde muy pequeño se ha fijado siempre en que comía distinto a los demás por ejemplo en la guardería o con otros niños. Y eso sí hemos visto que le ha afectado emocionalmente, en especial si deja de hacer alguna actividad como los demás niños. Hemos luchado siempre para que comiera lo más parecido posible a los otros niños de su edad, de ahí mi andadura por la repostería creativa sin alérgenos, pero también hemos luchado para que no se potencie socialmente una diferenciación que no hemos elegido ni se puede evitar. Siempre hay una alternativa.

4.       ¿Alguna anécdota inverosímil? ¿De aquellas que si no te pasan no te las crees?

Podría contar bastantes en negativo sobre la poca preparación, información o formación que tienen sobre las alergias alimentarias, según nuestra experiencia, en la guardería pero intentamos hacer siempre un ejercicio de positivismo, aunque en ocasiones no sea fácil, y evitamos transmitirle a Gael nuestros miedos y angustias sobre las alergias que sufre. Así que haciendo acopio de ello una anécdota curiosa: recuerdo mi cara y la de mi marido cuando descubrí como hacer una tortilla de patatas sin huevo. La veo reflejada en familiares y amigos cada vez que la hago y  les digo que no lleva huevo, sino harina de garbanzos. Se sorprenden de lo buena y parecida que resulta a la vista y gusto.

5.       ¿Qué sacáis de positivo de todo esto?

La creatividad, el darte cuenta que todo es posible. También que la comida puede no ser el centro de todo, hemos aprendido a disfrutar de las cosas cotidianas y especiales desvinculándolas de la comida.

6.       Fruto de tu perseverancia nace un gran proyecto, ¿nos pones al día?

Sweet Things nació hace casi un año en forma de blog con el fin de compartir todo lo que he ido aprendiendo, descubriendo e ideando en relación a la repostería sin huevo ni leche. Una de las primeras cosas que pensé después del diagnóstico de Gael fue que no tendría un pastel para su cumpleaños, ni podría comer cosas dulces y buenas. Me puse las pilas buscando recetas, sustitutos y productos aptos para él. Siempre me ha gustado la repostería casera y aprendí a hacerle sus dulces aptos caseros tradicionales pero también pasteles, cupcakes y galletas decoradas espectaculares, sin huevo ni leche.

7.       ¿Algo para reflexionar?

Nuestra casa es un entorno seguro ya que decidimos no tener ningún alimento no apto para él. Tanto por la gravedad de sus alergias como por la comodidad de hacer una única comida para todos igual y no tener que sufrir por la contaminación cruzada. Pero fuera de casa existen riesgos por todas partes: en la escuela, en el parque, en restaurantes y bares…no podemos librarnos 100% de los alérgenos por ser muchos y porque hay situaciones que son imposible de prever y/o evitar. Es fácil caer en la sobreprotección cuando la vida de tu hijo corre peligro y sufrimos cuando alguien come a su lado un alimento prohibido para nosotros por si se lo ofrece y lo come o simplemente le toca. No obstante intentamos no vivir con el miedo de una reacción grave, que por otra parte hemos vivido en tres ocasiones, y desde muy pequeño lo concienciamos con lo que puede y no puede comer e insistimos en que no debe aceptar comida que le ofrezcan desconocidos. Te das cuenta de lo alegremente que damos comida o dulces a los niños sin preguntar a los padres si pueden comerlos o no. Hoy en día cada vez más niños sufren alergias alimentarias o intolerancias y pensamos que existe un desconocimiento e infravaloración general de este problema y de sus graves consecuencias.

Sabemos de primera mano que eres una gran pastelera, ¿nos dejas averiguar cuál es el dulce favorito de Gael?

Le encantan las magdalenas o muffins de chocolate. Todo lo que sea de chocolate le chifla, y aunque debe comer un chocolate especial, porque las posibles trazas de leche y frutos secos le pueden afectar, en repostería utilizo a menudo cacao en polvo, mejor si es puro y sin azúcar, fácil de encontrar en cualquier supermercado. El ingrediente principal de esta receta. ¡Ahí va!

Receta de muffins de chocolate con pepitas de chocolate:

Ingredientes:

-          150 gr de harina de trigo

-          150 gr de azúcar blanco

-          40 gr de cacao puro en polvo sin azúcar

-          1 cucharadita rasa de levadura en polvo

-          ½  cucharadita de sal

-          ½ cucharadita de bicarbonato sódico

-          70 ml de bebida de avena

-          90 gr de aceite de girasol

-          1 cucharadita de extracto de vainilla

-          25 gr de pepitas de chocolate negro

Procedimiento:

Precalentamos el horno a 180º con calor arriba-abajo y ventilador. Preparamos una bandeja de muffins o magdalenas con los papelitos.

Mezclamos los ingredientes secos: la harina, el azúcar, el cacao, la levadura, la sal y el bicarbonato.

Añadimos la bebida de avena, el aceite y la vainilla. Mezclamos, y agregamos por último las pepitas de chocolate reservando unos 5 gr para decorar los muffins.

No batiremos en exceso la masa para obtener una textura densa.

Repartimos la masa en los papelitos llenándolos hasta 2/3 partes de su capacidad y decoramos con las pepitas de chocolate sobrantes.

Horneamos a 180º unos 20 min. Comprobamos la cocción pinchando con un palito de madera y si sale seco podemos sacarlos del horno. Los dejamos en la bandeja, fuera del horno, 5 min. y después los pasamos a una rejilla enfriadora.

¡Buen provecho!